Todos hemos estado allí—atorados en una conversación (o confrontación) con alguien que simplemente no puede esperar. Ya sea un jefe que espera todo para ayer, un amigo que no deja de mover el pie mientras terminas una historia, o esa persona detrás de ti en el tráfico que toca la bocina en cuanto el semáforo se pone verde—la impaciencia está en todas partes.
Pero antes de dejar que su estrés se convierta en tu estrés, respira hondo. Hay formas de manejar a las personas impacientes sin perder la calma, sin rodar los ojos (al menos, no visiblemente), o sin cuestionar tu fe en la humanidad.
¿Por qué algunas personas son tan impacientes?
Antes de profundizar en cómo manejar la impaciencia, tomemos un momento para entender de dónde proviene. La mayoría de las personas impacientes no están siendo difíciles solo por diversión (aunque a veces lo parezca). La impaciencia suele ser resultado de:
Estrés o ansiedad: cuando las personas se sienten abrumadas, su tolerancia a los retrasos o al progreso lento se reduce a cero.
Rasgos de personalidad: algunas personas simplemente están programadas para estar siempre en movimiento, y esperar les parece una tortura.
Condicionamiento: vivimos en un mundo de gratificación instantánea. Si alguien está acostumbrado a obtener lo que quiere de inmediato, cualquier demora se siente inaceptable.
Falta de control: la impaciencia a menudo aumenta cuando alguien siente que está a merced de un proceso lento (como esperar resultados de pruebas o estar en fila en el DMV).
Cómo manejar a una persona impaciente (sin perder la calma)
Mantén la calma (incluso si ellos no lo hacen)
El nivel de estrés de una persona impaciente ya está por las nubes; no añadas leña al fuego igualando su energía. En cambio, mantente calmado, conserva tu voz estable y no dejes que su frustración te afecte. Piénsalo como ser el auxiliar de vuelo tranquilo durante una turbulencia. Si tú no te asustas, ellos (con suerte) tampoco lo harán.
Reconoce su frustración
A veces, las personas impacientes solo quieren sentirse escuchadas. En lugar de desestimar su frustración, intenta algo como:
"Entiendo que esto está tomando más tiempo de lo esperado. Debe ser frustrante."
"Lo entiendo, tienes prisa. Veamos cómo podemos acelerar esto."
Reconocer sus sentimientos puede ayudarlos a calmarse porque sienten que estás de su lado.
Establece expectativas realistas
Si alguien te está apurando, sé claro sobre lo que es realmente posible. En lugar de simplemente decir, "Estoy trabajando en ello", di:
"Necesito unos 15 minutos más para hacer esto bien."
"Este proceso lleva un poco de tiempo, pero te mantendré informado."
Darles un cronograma facilita la espera porque saben qué esperar.
No lo tomes personalmente
La frustración de una persona impaciente generalmente es sobre la situación, no sobre ti. No están enojados contigo, están enojados con el WiFi lento, el tráfico, el tiempo de espera largo. Recuérdate a ti mismo que su impaciencia es su problema, no el tuyo.
Ofrece una distracción
Si puedes, redirige su atención. Por ejemplo:
Si un amigo espera impacientemente la comida en un restaurante, cambia el tema a algo interesante.
Si un compañero de trabajo está frustrado por un proyecto lento, sugiérele que trabaje en algo más mientras tanto.
Las distracciones ayudan a cambiar su atención de "¿por qué esto está tomando tanto tiempo?" a "oh, eso es interesante".
Usa el humor (cuando sea apropiado)
Si la situación lo permite, un poco de humor ligero puede aliviar la tensión. Ejemplo:
Ellos: "Ugh, ¿por qué esto está tomando tanto tiempo?"
Tú: "Estoy bastante seguro de que el universo solo está probando tu paciencia hoy. Hasta ahora... no va muy bien."
Una broma bien colocada puede aligerar el ambiente, pero lee la sala: si están realmente a punto de explotar, quizás no sea el mejor momento para el sarcasmo.
Si todo lo demás falla... Dales espacio
Algunas personas son naturalmente impacientes, y ninguna cantidad de palabras tranquilizadoras o razonamiento lógico cambiará eso. Si su impaciencia te está estresando, establece un límite. Si es posible, aléjate y déjalos lidiar con su propia frustración.
Pensamientos finales: No puedes controlarlos, pero puedes controlarte a ti mismo
Lidiar con una persona impaciente puede ser frustrante, pero la clave es mantener la calma, reconocer sus sentimientos y no permitir que su estrés se convierta en tu estrés. Al final del día, la paciencia es una habilidad: algunos la tienen y otros... no. Pero manteniendo la calma, te aseguras de no ser tú quien la pierda.
Y oye, si todo lo demás falla, solo sonríe y di: "Lo bueno llega para quienes saben esperar". (Solo... prepárate para esquivar una mirada fulminante).
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